Museo amazónico de Logroño

Corría el año 1973. Hacía dos años que los franciscanos se habían trasladado de la pequeña localidad de Anguciana –en la Rioja Alta- a la ciudad de Logroño y para ocupar la casa-noviciado que las Hnas. Misioneras de África (Hnas. Blancas) poseían en una de las zonas de expansión de la capital riojana.

Misioneras eran las primeras propietarias y misioneros eran los nuevos inquilinos. Las primeras, en tierras africanas y los segundos, en tierras peruanas.

Este mismo año 1973, desde nuestro lejano y querido Perú, llegaban unas voluminosas cajas transportando un buen número de animales disecados y algunos objetos precolombinos.

Con la paciencia y la habilidad del Padre Pedro Barbero, y la ayuda de los religiosos de la comunidad, se instaló -en una de las salas- el Museo de la Amazonía del Perú.

Años más tarde el museo fue trasladado a otra sala más espaciosa y todo el material se colocó en vitrinas mejor dotadas de iluminación y fácil visión.

Desde el principio, el museo se ha divulgado a través de la radio, la prensa local, la TVR (televisión local) y últimamente ha sido RTVE en Logroño quien nos solicitó hacer una sintética grabación del museo.

El museo habla de la rica y variadísima fauna y flora amazónica peruana, así como de sus originales y antiquísimas culturas autóctonas.

Pero sobre todo, está recordando la ingente, heroica y gloriosa obra civilizadora, humanitaria y evangelizadora llevada a cabo por los misioneros españoles franciscanos que gastaron sus vidas en la Costa, Sierra y Selva del Perú durante 500 años.

También se puede visitar una sala con una buena serie de acuarelas del sacerdote franciscano Padre Lorenzo Pelosi. Todas ellas basadas en motivos peruanos.

En otra de las salas se puede contemplar una artística colección de pirograbados del artista burgalés y franciscano Padre Máximo Navarro.

Todo ello está dispuesto para que lo visite el pueblo logroñés y riojano. Repito que en el mes de octubre TVE de la Rioja se acercó a nuestra casa y nos brindó esta resumida grabación.

Fueron atendidos por el hermano Fr. Juan-José Rubio.